Sede canónica


 
La Parroquia de La Inmaculada Concepción de Alcalá de Guadaíra fue fundada en 1970. En la Barriada de La liebre, donde se construyó una pequeña capilla que aún da asistencia religiosa a aquella parte de nuestra feligresía. Paralelamente, durante varios años, el templo parroquial estuvo en el salón de actos del Instituto Cristóbal de Monroy. Dicho salón de actos fue diseñado para esa doble funcionalidad pues originariamente, frente al escenario se abría un tabique móvil que descubría un presbiterio perfectamente dotado. Las butacas tenían unos respaldos móviles que permitían cambiar la dirección del asiento según se acudiese a un acto teatral o se celebrase la Santa Misa en los horarios de culto. En 1978, la Iglesia dejó de usar estas dependencias y durante más de año y medio, mientras se acababa la construcción del nuevo templo, gracias a la generosidad de algunos feligreses como D. Luis López Luque, la Eucaristía se pudo celebrar en un local comercial de la calle José María Pemán.
 
El ocho de diciembre de 1980 se bendice el  nuevo templo parroquial por el Emmo. y Rvdmo. Sr. Don José María Bueno Monreal, Cardenal Arzobispo de Sevilla.
 
Nuestro primer párroco fue el Rvdo. Sr. don Pedro Arenal, que tomó posesión de su cargo en la Capilla de La Liebre el cuatro de octubre de 1970. Es curioso que el acta de fundación de la Parroquia tenga fecha del día de San Francisco de Asís. Después de D. Pedro, el cura párroco será don Manuel Sánchez Aguilar (q.e.p.d.), quien tomó la Parroquia el veintinueve de septiembre de 1974. Le siguió el Rvdo. Sr. don Enrique Pérez Calderón (q.e.p.d.), quien tomó posesión el dieciocho de abril de 1980. Tuvo como coadjutor  al Rvdo. P. don Simón Navarro (q.e.p.d.), además de la ayuda del diácono permanente don Rafael García Pérez. Fue durante el periodo de Don Enrique cuando nuestra Hermandad se erige canónicamente. Le sucedió el Rvdo. Sr don Antonio Monclova Cano (q.e.p.d.), a partir del veintisiete de septiembre de 1987, siendo el primer párroco que se hizo hermano numerario de la Hermandad. Tras éste, el veintisiete de septiembre de 1989, la titularidad de la Parroquia pasó a don Manuel Gómez (q.e.p.d.), que también era párroco de San Sebastián y arcipreste de Alcalá-Dos Hermanas. En este periodo el vicario parroquial que nos asistía fue el Rvdo. P. don Luis Rueda, que contaba con la colaboración del diácono don Francisco de los Reyes Rodríguez. Cuando éste último recibió el orden sacerdotal, fue nombrado nuestro párroco, siendo el segundo Director Espiritual en hacerse hermano numerario de nuestra Hermandad. Tras él, vino el Rvdo. Sr. don José Antonio Plata Brito que tomó posesión el veinte de septiembre de 1997. Y tras éste, el Rvdo. Sr. don Ignacio Jiménez  Sánchez-Dalp, tercer párroco que se hizo hermano numerario de nuestra Hermandad, toma posesión el quince de septiembre de 2006. Actualmente, nuestro párroco y director espiritual es el Rvdo. Sr. don José Manuel Martínez Guisasola, desde el veintidós de septiembre de 2012.
 
 
En un principio, la Parroquia sólo contaba con la nave central, a la que se accedía por la puerta de Ramón J. Sénder, pasándose a un atrio que, tras girar a la izquierda donde hoy está el despacho, daba acceso al templo. El presbiterio, más amplio que el de hoy, pues  era más profundo, albergaba las benditas imágenes del Santísimo Cristo del Perdón, Nuestra Señora de las Angustias y el Sagrario en el Altar Mayor. En los pequeños altares laterales del presbiterio se situaban el estandarte de San Mateo a la derecha del Altar, y una pequeña imagen de la Inmaculada a la izquierda del mismo.
 
La primera reforma integral del templo se realizó en 1991 siendo Párroco don Francisco de los Reyes Rodríguez López. La reforma consistió en adelantar el muro del presbiterio de manera que se labró un pasillo que va desde la sacristía hasta la sala del lado del Evangelio. Antes, para acceder a ambas dependencias, había que atravesar todo el presbiterio. En esta reforma, también se realizaron dos nuevas puertas de acceso tanto para la sacristía, como para la otra sala. Esas puertas son las que permanecen hoy día. Además de todo esto, la puerta lateral del templo se amplió en su altura para facilitar la salida del paso del Señor. Después de aquella ampliación, la puerta se inauguró con el nombre de “Puerta del Santo Cristo del Perdón”. Frente a esta puerta, en el muro sur del templo, se labró una hornacina para que en ella se albergase la nueva imagen de San Mateo. En el espacio que ocupaba el antiguo atrio de entrada, se hicieron, a la izquierda el despacho parroquial y la escalera de acceso a los nuevos salones levantados en la primitiva azotea. A la derecha la capilla del Sagrario, donde pasaron a recibir culto, no sólo Jesús Sacramentado, sino también el Santo Cristo del Perdón y Nuestra Señora de las Angustias. A los pies del Altar del Sagrario se ubicó la sepultura del antiguo coadjutor de la Parroquia el Rvdo. P. don Simón Navarro. En la fachada principal se labró una pequeña espadaña para que albergase el campanil de la Parroquia.
 
La segunda reforma de 2000-2001, se realizó en el periodo de José Antonio Plata y consistió en la cesión de más de la mitad del solar de nuestra Parroquia al Ayto. de la ciudad, y la construcción en el suelo que nos quedó, de los salones parroquiales y las naves de crucero que hoy se abren tanto a la izquierda como a la derecha del Presbiterio.
 
Al tiempo de éstas últimas reformas, se levantaron tanto nuestra casa de hermandad, como la de San Mateo.
 
Bajo el mandato de don Ignacio Jiménez, se mejoró considerablemente la decoración y los acondicionamientos del templo, sirva como ejemplo el lavabo de la sacristía realizado con nuestra ayuda, así como el remozado del salón de actos con la ayuda de Cáritas. Además, se derribó la fachada principal para construir la actual.
 
En la actualidad, don José Manuel con la ayuda de nuestra Hermandad,  ha reparado algunos paños de la techumbre del presbiterio y remozado íntegramente el patio de los salones parroquiales. Además se tiene proyectado mejorar el aspecto del cerramiento del patio de entrada entre otras mejoras que, si Dios quiere, verán su realización en los próximos años.
 
Nuestro templo Parroquial, modesto, con poca armonía y a veces desapercibido, cumple con sus funciones perfectamente pues alberga una de las Comunidades Parroquiales más vivas y dinámicas de toda la Archidiócesis. Quienes amamos la Parroquia, amamos el Templo como si fuera nuestra propia casa y, sobre todo, amamos la gran riqueza humana de nuestra Comunidad.
 
Sabiendo que, como humanos que somos, podemos dejarnos en el tintero algún nombre, no podemos hacer esta breve historia de la Parroquia sin mencionar a algunos feligreses que destacaron por su entrega y generosidad en la construcción de nuestra comunidad, marcando hondamente el devenir de esta Parroquia y, como no, de su Hermandad del Cristo del Perdón. Pues tenemos el orgullo de poder decir que la historia de la Parroquia es la historia de la Hermandad y viceversa. De este modo, personas como el antiguo Sacristán don Antonio (q. e. p. d.), don Jesús Nadal o don Ismael Portillo, nuestros tres sacristanes, destacan por haber dado y dar lo mejor de sí para servir a nuestra Comunidad.
 
Feligresas y hermanas nuestras entrañables e insustituibles, como Aurora (q.e.p.d.) Rosa Casal, Carmen Trujillo, Nisa Carbajo, Florencia Garrido, etc. suponen para los más jóvenes un ejemplo de entrega y servicio a la Comunidad. 
 
Salud Fernández (q.e.p.d.)  Paquita Cabrera, Mari  Pepa, María del Águila Santos, Auxiliadora  Nuevo y un largo etc. de mujeres que se afanaron y se afanan unas en cuidar -como nadie- los ajuares litúrgicos de la Parroquia y otras el ropero de Nuestra Señora de las Angustias.
 
Hermelinda Piña, Vicenta, Obdulia Romero, Cati, Mercedes Mateos,  Isabel Lineros, Patro, Margari, Isabel Gómez, María del Carmen Catalán, Rocío Núñez… todas ellas mujeres que llevan, su vida entera, al servicio de esta Comunidad.
 
Catequistas como María Montero, María Villacreces,  Amelia y Trinidad Jiménez, que Dios las tenga en su Gloria, fueron tanto para toda la Comunidad, como particularmente para nuestra Hermandad, verdaderas maestras en la fe. 
 
Varones como Luis Prieto, Rafael, Curro, Luis López Luque, Manolo Montero, Manolo Pérez, Luis Jiménez, J. Ángel, Julio Pinto y otro largo etc. de hombres que aportaron y aportan su tiempo y su trabajo para bien de la Comunidad y de la Hermandad.
 
El Rvdo. Sr. don José Carrasco, el Rvdo. P. don José Antonio Benítez, el Rvdo. P. don Javier Nadal, el Rvdo. Sr. don Raúl Moreno, la Rvda. M. doña María del Águila Mateos; sacerdotes y religiosas que son para nuestros jóvenes un inmejorable ejemplo de vida y entrega al Señor. Pues todos -hijos de nuestra Comunidad - supieron a imitación de María Inmaculada, decir el “SÍ” que Dios les demandaba para la construcción del Reino.
 
He aquí este modesto resumen del devenir histórico de nuestra Parroquia. Esperamos que sirva para orgullo de todos nuestros feligreses y para que estas circunstancias y personas, tan importantes para todos nosotros, nunca se olviden y sean conocidas, valoradas y respetadas por los nuevos feligreses que ahora llegan y desconocen de dónde y por qué, esta Parroquia es como es.
 
Con cariño para todos ellos.

1 comentario:

  1. Muchos feligreses ponen su fe y su buen corazón,en la iglesia de su barrio,confiando en ellos,y en esa iglesia,no saben estar a la altura,que pena.

    ResponderEliminar