La
imagen mide 190 cm de altura, con la
cabeza y la mirada hacia el cielo y orientadas a su izquierda. La boca se
presenta muy abierta, con el paladar, la lengua y la dentadura perfectamente
tallados. Las cejas se dibujan en
actitud de espasmo. Los ojos son propios, esto es, tallados en la misma madera,
con una notoria expresión de entrega.La nariz es amplia, de marcado perfil
semítico. El pelo se muestra tallado en pequeños mechones que denotan estar
sudados por la agonía. La policromía nos define a un varón de tez oscura, con
marcadas muestras de haber padecido dolorosas torturas. De su frente, brotan
numerosas gotas de sangre que se desprenden por el rostro y el cuello.
Los
brazos, en cruz pero hacia arriba, muestran una abigarrada tensión de dolor, y
las ensangrentadas manos abren sus largos dedos en un desesperante estertor
previo a la hora final. Dos clavos de hierro atan los brazos a la Cruz por las
muñecas, de donde brota copiosamente la sangre que se desprende a lo largo de
los brazos.
El
tronco es amplio, con la tensión plena de un pecho que, antes de expirar, está
lleno tras una fuerte inspiración. Éste se inclina levemente hacia la
izquierda, dibujando una curva desde el ombligo hasta el esternón. La espalda
muy bien tallada, muestra una columna vertebral endida entre la fuerte anatomía
muscular. La policromía define los azotes y todos los suplicios sufridos
durante la Pasión.
El
sudario se ata con una soga en la pelvis, estando muy desprendido en su lado
izquierdo. Del lado derecho, cuelga un girón del lienzo, tallado con una naturalidad
asombrosa. Pues lo que es madera, parece ser lino. En la cara posterior de este
girón, aparece la firma del autor: “A. Morilla”.
Las
vigorosas piernas están levemente quebradas en las rodillas, donde aparecen las
llagas que produjeron las caídas del Señor mientras portaba la Cruz hacia el
Calvario. Las tibias convergen en los tobillos, que se cruzan para que los
ensangrentados pies, con un solo clavo, se fijen a la Cruz.
La
portentosa Cruz arbórea que sostiene al Señor data del año 1991, mide 450 cm.
de longitud en el mástil, y 200 cm. en el crucero. La Cruz original, cuyas
dimensiones eran insuficientes, actualmente se custodia en el Claustro del
Monasterio de Santa Clara.
La
imagen, obra de Don Augusto Morilla Delgado. Fue bendecida el 29 de mayo de
1979. Ha sufrido varios procesos de restauración y mejora. El primero en 1981,
donde su autor le aplico una densa pátina que lo oscureció considerablemente.
En el año 2000, dados los acusados desensambles que la Imagen presentaba en los
hombros y las fisuras que mostraba en troncos y piernas, la Junta de Gobierno
decidió someter la Imagen a un profundo tratamiento de restauración, ejecutado
por su autor. Donde, además de sanear la cohesión de las piezas de madera que
lo componen, se sustituyo completamente la policromía original por una
completamente nueva, donde el autor mostró todas las habilidades adquiridas en
su dilatada carrera. De este modo, sin cambiar en nada la expresión del Señor,
Don augusto aplicó una policromía cuya calidad es mucho más elevada que la
primitiva. En 2006, de nuevo Augusto Morilla, tras petición de la Junta de
Gobierno, practicó en el cráneo de la Bendita Imagen, tres orificios donde se
pudieran embutir tres pequeñoscajillos de plata para fijar las potencias del Señor.
Es de destacar que en todas estas actuaciones la Hermandad ha actuado con unos
escrúpulos irreprochables, pues en todo momento se procedió con el visto bueno
del Director Espiritual, el consejo de Don Augusto Morilla y todos los permisos,
rúbricas e indicaciones que la Autoridad Eclesiástica estimó pertinentes..
"Bendita
Imagen de Nuestra Señora de las Angustias".
Con
167 cm. de altura, esta excepcional dolorosa presenta una leve inclinación de
cabeza y tronco hacia la derecha. La mirada elevada, la boca entreabierta, y el
ceño algo fruncido. Mostrando así una auténtica expresión de dolor resignado,
envuelta en una indiscutible belleza.
Los
ojos son propios, es decir, tallados y policromados en la misma madera. Sus
pestañas son naturales y muy finas.El pelo tallado se recoge en un rodete sobre
la nuca. Bajo el cuello, junto al omoplato derecho, presenta la firma del autor
y la fecha de ejecución: “A. Morilla, 1987”. Toda la policromía del rostro y
cabeza es de una calidad excelente. Una verdadera obra maestra, donde la tez
nacarada, con frescores de rubor en los pómulos y barbilla que le dan una
vivacidad excepcional, nos define un rostro bellísimo. Del mismo modo, la talla
y policromía de los lóbulos de las orejas, los labios, la nariz y el cuello,
son de una precisión que merece todo elogio.
Las
manos, también de nacarada policromía, se disponen con los dedos abiertos y
quebrados respecto a la dirección de las palmas, en una intensa expresión de
espasmo. Las finísimas puntas de los dedos están minuciosamente trabajadas, y
asombra la naturalidad de la policromía de las uñas cuyos perfiles son
perfectos.
Esta
inmejorable imagen, como ven, no tiene defecto ni baja calidad en ninguna de
sus partes. Toda ella es magnífica. Se trata de una obra maestra. De las manos
de su autor no ha salido nada mejor y los demás autores contemporáneos sólo la
igualan a lo sumo. La indiscutible calidad anatómica, la fuerte expresividad de
sus rasgos, la exquisitez de su policromía aún como nueva, y la patente belleza
que engloba todo lo anterior, hacen que esta obra sea redonda en su concepción
y en su materialización.
La
imagen, obra de Don Augusto Morilla Delgado. Fue bendecida el 31 de octubre de 1987.
Y salvo los rutinarios cuidados de conservación, nunca ha tenido que someterse
a tratamientos de restauración, pues su estado de conservación es inmejorable.
“Bendita
Imagen del Apóstol San Juan”.
La Imagen de San Juan Evangelista de la Hermandad del Cristo del Perdón es una bellísima y peculiar interpretación de la iconografía con la que se acostumbra a plasmar a este Santo tan importante para los cristianos cofrades.
Sus 184 cm de altura nos muestran a un varón apuesto y joven, algo más maduro de lo que se acostumbra en otras representaciones.
Se trata de una imagen de vestir tallada en madera de cedro con cabeza, manos y pies policromados,
La policromía de toda la imagen nos muestra a un hombre de tez morena con finos y bellos rasgos faciales, así como unas correctas y hermosas manos. Los pies, descalzos, también se conforman con una correcta y bella morfología.
La cabeza se gira hacia la derecha. Los ojos con la mirada fija, la boca entreabierta y el ceño levemente fruncido, denotan una apreciable expresión de compasión ante el desconsuelo de la Santísima Virgen.
La imagen se bendijo el 27 de diciembre de 2009. Recibiendo desde entonces la veneración de los hermanos de esta Hermandad.
La Hermandad no posee una imagen propia de Santa
Clara y tampoco concentra su culto a Ella en una sola imagen. Si bien es
cierto, que la Pequeña imagen de vestir, que procesionamos
en el Corpus Christi, es la que goza de más veneración y cariño de parte de
nuestros hermanos y costaleros.
La Imagen de San Juan Evangelista de la Hermandad del Cristo del Perdón es una bellísima y peculiar interpretación de la iconografía con la que se acostumbra a plasmar a este Santo tan importante para los cristianos cofrades.
Sus 184 cm de altura nos muestran a un varón apuesto y joven, algo más maduro de lo que se acostumbra en otras representaciones.
Se trata de una imagen de vestir tallada en madera de cedro con cabeza, manos y pies policromados,
La policromía de toda la imagen nos muestra a un hombre de tez morena con finos y bellos rasgos faciales, así como unas correctas y hermosas manos. Los pies, descalzos, también se conforman con una correcta y bella morfología.
La cabeza se gira hacia la derecha. Los ojos con la mirada fija, la boca entreabierta y el ceño levemente fruncido, denotan una apreciable expresión de compasión ante el desconsuelo de la Santísima Virgen.
La imagen se bendijo el 27 de diciembre de 2009. Recibiendo desde entonces la veneración de los hermanos de esta Hermandad.
“Bendita Imagen de Nuestra Seráfica Madre Santa
Clara de Asís”.
Esta dulce imagen, propiedad de las Comunidad de
las Madres Clarisas de Alcalá de
Guadaíra, es una imagen de vestir de tamaño académico (145 Cm), perfectamente
fechable a finales del siglo XVIII o principios del XIX.
Se trata de una antigua imagen de la Virgen que, con
los años, dejo de recibir culto. Tras una restauración, se volvió a poner al
culto bendiciéndose, esta vez, como imagen de santa Clara de Asís.
El rostro y la mirada se dirigen levemente a la
derecha y las finas manos se muestran en actitud orante, aunque para las
solemnidades se disponen sosteniendo los atributos propios de la Santa de Asís,
es decir con custodia en la derecha y báculo de abadesa en la izquierda.
El proceso de restauración al que antes nos
referimos se llevó a cabo en 2005 y fue ejecutado, altruistamente, por nuestro
Hermano d. Alejandro Redondo Torres.
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