Apenas 10 minutos pasaban de las 5 de la tarde, hora fijada para el inicio de la estación de penitencia, cuando nuestro Hermano Mayor, Alejandro Redondo, se dirigía a todos los hermanos y devotos congregados en la Parroquia de la Inmaculada Concepción.
Tristemente, la decisión que se trasladaba a los mismos, tras el cabildo de oficiales celebrado, era la de suspender la estación de penitencia, debido a las malas predicciones meteorológicas, que terminaron cumpliéndose, pues a las 7 de la tarde llovía en nuestra ciudad.
Pero no hizo falta que nuestros Amantísimos Titulares recorrieran su pueblo, pues cientos de alcalareños pasaron por la Parroquia a depositar sus oraciones una vez que se abrieron las puertas.
En 2016, el Martes Santo se vivió, pero esta vez en el interior de la Inmaculada.
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